19 enero 2007

¿QUÉ PASA CON IZQUIERDA UNIDA?

Decía el filósofo que el Hombre es el Lobo del Hombre; su mayor depredador podríamos apuntar, y en política no sucede algo diferente.

Normalmente, los políticos profesionales tienen entre sus compañeros de filas a sus peores enemigos, más que rivales, quienes no dudan en asestar zarpazos dañinos en cuanto la ocasión lo pinta.

Izquierda Unida está sufriendo en Madrid, a escasos meses de la cita electoral, una batalla de poderes entre el líder Gaspar Llamazares y los líderes locales Gregorio Gordo y Ángel Pérez. Detrás de todo esto se barrunta un acto de Alta Traición contra la Coalición de Izquierdas, uno más de los pergeñados por la Casa Común Socialista.

Gaspar Llamazares, coordinador general de IU, está empecinado en colocar a sus hombres en las listas electorales madrileñas, y para ello tira de un órgano consultivo de la Coalición, la Comisión de Garantías, cual ha determinado que la elección de los candidatos madrileños no se ajusta a la norma. Se olvidan quienes airean esta idea de que este departamento federal de IU tiene un carácter informativo y no vinculante, y que, precisamente por el carácter federal de la Coalición, cada Federación es soberana para determinar sus normas y candidatos. De hecho, la Federación Madrileña de IU podría, legalmente, presentarse a las elecciones en Cataluña como partido independiente (aunque federado)

La últina andana de Llamazares en este escabroso asunto es afirmar que para él, lo importante es lo que diga la Comisión de Garantías y no lo que hayan aprobado en asamblea los asociados de la Federación Madrileña; todo un ejemplo de democracia.

Pero lo que se cuece detrás, entre bambalinas es mucho más serio y grave; y el cocinero jefe es Gaspar Llamazares.

Este diputado nacional, médico de profesión y asturiano de nacimiento, es el político de Izquierda Unida más nefando de su historia, sólo comparable con el zapaterista López Garrido. Hagamos historia. López Garrido era un miembro destacadísimo de Izquierda Unida, su voz en el Congreso y convencido de la política e ideario de la Coalición, hasta que las Bases, el Pueblo afiliado, le apeó del poder por la causa que fuera, la principal: porque le dio la gana y porque el Pueblo es Soberano. Ante tamaña afrenta, el político de izquierdas tardo nada en caer en los brazos del PSOE, en la Casa Común, realizando un acto de Alta Traición hacia sus compañeros, hacia sus votantes, hacia sus ideas y hasta con la catadura moral que se le supone a un político profesional.

Otro caso triste a recordar es el de Antonio Gutiérrez, excelente orador, pero que utilizó su cargo de secretario general de CCOO para alejarse del PCE y caer, amantísimamente, en los brazos del PSOE; de nuevo la Casa Común.

Y un ejemplo para olvidar es, el para muchos historiadores criminal de guerra, Santiago Carrillo, protagonista en Paracuellos, quien después de colaborar a introducir al PCE en la España postfranquista, terminó echando a gran parte del partido comunista en brazos del PSOE, otra vez la célebre Casa Común, cuando en un alarde de cinismo, traición y falta de ética, Carrillo expresó que él se alejaba del PCE y de la política (mentira) e invitaba a todos los comunistas a afiliarse al PSOE.

Bueno, pues Gaspar Llamazares camina, locuaz, por el mismo sendero. Es, ahora mismo, más zapatero que Rodríguez Zapatero, es el bufón de la corte monclovita, desfacedor de los entuertos zapateriles y defensor a ultranza de las bravuconadas del presidente del gobierno. Vamos, que le hace sombra a López Garrido, Alñfredo Rubalcaba y José Blanco juntos.

Llamazares ha desbocado al caballo de la Coalición. Primero es un cobarde, porque lo que no se atreve a hacer -manipular- en la autonomía vasca y en la región autónoma catalana lo pretende hacer en Madrid. En Cataluña y País Vasco respeta la identidad federal de la Coalición, y no habla por no pecar. Pero en Madrid, igual de federal e independiente, intenta componer las listas y candidatos a su albedrío; porque no le gusta ni Ángel Pérez ni Gregorio Gordo.

No es, solamente, un asunto de liderato interno, es un tema de sumisión a Zapatero y al PSOE, con la vista puesta en la Casa Común. Llamazares trabaja exclusivamente para el secretario general del PSOE, matizando los actos de su jefe, respondiendo por él, colaborando en todo: haciéndole el caldo gordo.

Llamazares no acepta la realidad de que Izquierda Unida es la Tercera fuerza política nacional, por encima, mucho, de los nacionalistas independentistas de CiU, PNV, BNG, CC, etc. Y lo es en número de votos, número de afiliados y apoyo popular, aunque la Ley electoral española sea tan injusta como cinica, y favorezca a las minorías independentistas para favorecer el bipartidismo: PSOE-PP; como única alternancia en el Poder.

Pero Izquierda Unida es mucho más, y de hecho, el PSOE gobierna en muchos sitios gracias a IU. Aquí el problema. Llamazares no se fía de Ángel Pérez en el Ayuntamiento ni de Gregorio Gordo en la Comunidad, porque no son prosocialistas como él. No se fía porque no prentenden caer de plano en los brazos de Miguel ¿Qué? y Simancas. Y No se fía porque los han elegido las bases, cuales no comulgan con su seguidismo y sometimiento al Partido Socialista de Zapatero.

Pero, por encima de todo esto, tenemos el cubo más sucio del juego: la traición. Muchos analistas aseguran que con la política nefanda y entregada de Llamazares a la causa Zapateril, Izquierda Unida tiene el peligro real de desaparecer de la escena política. Cuando el Pueblo español escucha en un político-partido el mismo mensaje que en otro más grande, cuando se percata de que los movimientos de un político-partido son iguales que los de otro más grande, tiende a apoyar al partido más poderoso para cerrar filas contra sus rivales.

Con la estrategia de Zapatero de acoso, derribo y aislamiento del Partido Popular, apoyada como perro fiel por Llamazares, los votantes no observan diferencia alguna entre PSOE e IU, por lo que los ciudadanos de izquierdas que vayan a votar, podrían elegir la lista más fuerte: el PSOE, en contra de la lista más débil: IU; lo que supondría la desaparición de la Coalición de Izquierdas.

Así, con el previsible debacle de IU, Gaspar Llamazares ganaría la oposición a funcionario del PSOE (de alto grado) y con muchas probabilidades le podremos ver después de las elecciones que convoque Zapatero en sus filas, acompañando a sus ex camaradas Garrido, Moreno, etc.

Pero Izquierda Unida es necesaria para que el país avance democráticamente, porque el bipartidismo, la alternancia en el Poder trufada con guindas independentistas, es el caos. Es preciso un partido fuerte que suponga una clara referencia a la Izquierda y sirva de freno a la fusión de ideales Liberales del PSOE y del PP.

En Madrid y en Getafe Izquierda Unida es más necesaria si cabe. Para derrotar a Esperanza Aguirre hace falta la unión del Centro-Izquierda-PSOE y la Izquierda-IU, pero no a cualquier precio. Gordo no puede ser el bufón cortesano de un incapaz y gris Simancas, como lo es su camarada Llamazares. Torres no puede ser el tonto útil de Miguel Sebastián (que es como se llama este amigote de Zapatero que de política local sabe lo que de liturgia vaticana) porque Madrid comunidad, Madrid ciudad y Getafe necesitan otra cosa.

En Getafe, Sánchez Coy se ha batido el cobre por mantener el barco en la línea izquierdista, pese a los intentos liberales del PSOE. Coy ha hecho algunas cosas, pero sobre todo, ha impedido que se hicieran otras muchas, de nulo carácter izquierdista, como una privatización masiva de los servicios municipales, una entrega del universo cultural a los folclóricos amigos de Castro, o que los Molinos-Buenavista fueran, de nuevo, cortijos ladrilleros de los amigos y ex compañeros del alcalde. Coy ha anunciado que hará todo lo posible porque no gobierne el PP de José Luis Moreno, pero también ha asegurado que no caerá en los brazos de Pedro Castro.

Quedan pocos meses, y los ejércitos mediáticos de la Casa Común, que son legión, van a difundir la "realidad" de que sólo hay una Izquierda: el PSOE, y que la Casa Común está abierta de par en par para todos los hijos pródigos que desean retornar al seno paterno-materno.

Quizá es el momento de que Pérez, Gordo y Coy digan "basta ya", "nunca mais" y se diferencien, realmente, de sus adversarios políticos. El Pueblo, desde luego, lo necesita.

2 comentarios:

Admin dijo...

Sería conveniente, ya que ud es periodista, que se informe mejor antes de escribir estas parrafadas. La lucha en IU-CM no va por donde ud la pinta, aqui con lo que está jugando la mayoría de IU-CM (Pérez y demás marxistas-ladrillistas) es con las más elementales normas de funcionamiento democrático, se inflán los censos, se pasa gente de un colectivo a otro para darle más poder a los Pérez en el CPR, y por otra parte, que la comisión de garantías es un organo consultivo... en fin, eso lo dice usted, no nuestros estatutos. Ya no entro en lo de meter con calzos a carrillo y a gutierrez por enmedio.... sin palabras. si quiere ud saber que piensa la sufrida militancia lea los siguientes enlaces:

http://www.nodo50.org/foroiu/viewtopic.php?t=1744&postdays=0&postorder=asc&start=0 Debate sobre el tema en foro IU (33 páginas)(necesario registrarse para poder leerlo)

http://www.iumps.org/"

http://vuelvealmetro.blogspot.com/(imprescindible)

Rome dijo...

Si, para ser periodista está muy bien desinformado. ¿Una comisión de garantías es un órgano consultivo? ¿lo son los jueces?

Demasiada opinión y poca información. Eso no es malo, pero no lo disfrace de periodismo.