Continuamos hablando de la crisis en Izquierda Unida de la Comunidad de Madrid, y aprovechamos para responder a Disidente, quien hizo un comentario en el Blog.
La cosa continúa igual, o sea, mal, porque la división existe y ya se sabe, a río revuelto, ganancias de pescadores.
Naturalmente, Disidente, se explica desde la militancia (que se le supone por su escritura) y desde posiciones claramente distantes con la línea oficial de Pérez (no alude a Gordo, del que no se le conocen escándalos ladrilleros) Y desde esta perspectiva tiene nuestro máximo respeto. Pero esta página, además de periodística, es decir, informativa de la realidad de Getafe y Madrid, es un análisis periodístico, de clara opinión, por lo que todo tiene cabida dentro del respeto al otro. Por supuesto, jamás censuraremos ningún comentario que nos hagan y nuestro correo está abierto para cualquier comunicado de aludidos.
Nosotros queremos referir la crisis de Izquierda Unida a nivel nacional, con Gaspar Llamazares como bufón (y no es un insulto, sino que es una adjetivación periodística de la actuación de este diputado) de Zapatero y sus intentos por controlar la Federación de Madrid, independiente de él en todo; como lo es la vasca de Madrazo, quien se permite negociar, dialogar y apoyar a ETA-Batasuna, hechos que le han supuesto una enorme pérdida de apoyos y votos a Izquierda Unida a nivel nacional, cosa de la que se ha quejado amargamente el mismo Gaspar Llamazares, defendiéndose en cuanto a la independencia que tiene IU-PV.
No hemos valorado, de momento, las acusaciones de ladrillero del candidato a la alcaldía de Madrid. Y conocemos bien las luchas internas de poder entre la facción (familia es en el PSOE) del mismo Pérez y las de Fausto e Irene, a quienes la militancia (no sabemos si con trampa o no, que para eso están los juzgados) les han apartado de la candidatura.
Desde luego, las opiniones de Desidente nos preocupan todavía más, porque aluden a luchas fraticidas entre frater y acusaciones de corrupción ladrillera. Cosa que no le hace ningún favor a una Coalición Política que lucha por mantenerse en el panorama político español. De hecho, este es el gran riesgo que corre en las próximas elecciones: desaparecer del mapa o presentarse tan debilitada a las nacionales (Zapatero maneja adelantarlas) que podría ser la debacle y desaparición de IU como le pasara al CDS. De hecho, es la hipótesis que manejamos, en cuanto a que Llamazares ha puesto el cartel del cerrado a la Coalición pensando en la Casa Común del PSOE.
Esto es lo que debería preocupar a la militancia de Izquierda Unida; al Partido Comunista de España, el gran perdedor en esta batalla interna y en las escaramuzas socialistas de Gaspar; y a los españoles de la Izquierda, quienes pueden ver finiquitada su esperanza de mantener al PSOE en el Centro y al PP más a la diestra.
Créame Disidente, si le digo que no se van a volver a realizar las listas electorales de Izquierda Unida. Primero porque los candidatos no se moverían, al ir por otra guerra electoral, y segundo porque la lucha que surgiría sería de tal calibre que se perderían todas las posibilidades de sacar una concejalía.
En Getafe Izquierda Unida estaba rota, desarmada y cabreada. Ignacio Sánchez Coy ha conseguido, no sin esfuerzo, pacificar a la tropa y organizarla en un Plan común; aún así, hay alguna disidencia interna y alguna voz que no aceptan a ciertas personas en la Candidatura, pero se ha impuesto la calma y el apoyo a Coy para sacarle un par de concejales al PSOE. De hecho, colocar a la Vieja Guardia al lado de Sánchez Coy es la estrategia para ubicar una Guardia Pretoriana rodenado al candidato y hacer saltar las alarmas en los socios socialistas, quienes observan asustados las mejores expectativas de Izquierda Unida en la ciudad. Es decir, misión 6 concejales. O sea, reeditar el éxito de Leganés-Raul.
Ese es nuestro análisis de periodismo político, pero no te preocupes, Disidente, seguimos trabajando para traer la verdad. Y si Pérez es un ladrillero, aportanos las pruebas y nosotros lo publicaremos.
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