11 enero 2007

EL CONVENIO ENTRE EL AYUNTAMIENTO Y EL OBISPADO

Es, desde luego, una buena noticia, que una administración del PSOE firme un Convenio de Colaboración con la Iglesia Católica. En esto, como en otras cosas, por suerte, el PSOE de Pedro Castro no sigue los caminos laicistas del PSOE de Rodríguez Zapatero.

Es una buena señal de la normalidad que debe reinar en una España mayoritariamente católica, en un Getafe mayoritariamente católico y con toda, toda su cultura, tradición, historia y folclore en torno a la religión Católica, desde su patronazgo de la Virgen de los Ángeles, hasta su asociación más numerosa, más de 7000 asociados, la Cofradía de la Virgen de los Ángeles.

Pero, después de felicitar al alcalde y al obispo, es conveniente analizar políticamente este Convenio, porque tiene más sombras que luces.

Como siempre, por favor, lean hasta el final. Luego si quieren me contestan.

El Convenio firmado, en sí, no deja nada claro, todo lo contrario, está todo en el aire; vamos que es un tratado de buenas intenciones entre ambos organismos, pero nada más.

El Alcalde y el Obispo, flanqueados de concejales y presbíteros, ofrecieron una rueda de prensa solemne con fotos de la firma, fotos del apretón de manos, fotos de los discursos de ambos; todo sonrisa y parabienes. A los Medios de Comunicación se les explicó que el Ayuntamiento iba a construir la nueva sede episcopal, que iba a restaurar el órgano de la Catedral, que iba a construir la sede del Museo y del Archivo Diocesano, y que iba a proporcionar parcelas en los nuevos barrios para la construcción de nuevas parroquias. Eso fue lo que se nos dijo y dejaron muy claro.

Sin embargo, hay que leer la propia nota oficial, porque no hemos tenido acceso al documento original firmado por ambos mandatarios, para comprender que todo es poco menos que buen rollito y humo, mucho humo.

El Ayuntamiento no va a conceder parcela alguna, sino que se compromete a estudiar las propuestas que efectúe el Obispado en relación a la cesión de parcelas destinadas a la construcción de nuevas parroquias en los nuevos barrios.

Tampoco va el Ayuntamiento a pagar la restauración del órgano, apunte sobre el que el alcalde se explayó durante un buen rato, confesándonos sus propias emociones al escuchar un Réquiem, sino que el Ayuntamiento se compromete a destinar fondos para la restauración del órgano de la Catedral de Getafe, esto condicionado a la existencia de compromisos de financiación con otras instituciones; es decir, que Pedro Castro se va a encargar de pedir a la Comunidad de Madrid que pague la restauración, tal y como ha pasado con las obras de la Catedral, pagadas exclusivamente por la CAM, después de que el Ministerio de Cultura y el propio Ayuntamiento se negaran a poner ni un duro. Cosa, por cierto, que el Obispo Joaquín recordó, agradeciendo a la Comunidad su dedicación y esfuerzo.

Tampoco va a construir ni ceder edificio alguno para la sede episcopal, su archivo y el posible futuro museo, sino que, de nuevo, estudiará la cesión de un edificio al Obispado donde se albergaría la sede del mismo a la vez que se compromete a destinar un edificio municipal para los usos de los futuros “Museo Diocesano de Getafe” y “Archivo de la Diócesis”.

Es decir, de momento, nada de nada, todo queda en el limbo del haber que me pides y veré que te doy. Eso sí, en cuanto a la otra parte, el Obispado, se compromete a dotar de los espacios religiosos adecuados al Ayuntamiento para la realización de las actividades musicales, artísticas y culturales en general; así como realizar gestiones con otra diócesis para la programación y realización de actividades culturales dirigidas a los ciudadanos de Getafe y orientadas a la visita o conocimiento de lugares religiosos o bienes artísticos de importancia. Como los espacios, templos, ya existen, de momento el que más pone y más se compromete es la Iglesia.

Se nos puede tachar de toca narices, pero la realidad es una sola y, como siempre, no ha sido bien explicada a los Medios, voceros del Pueblo.

La cosa huele a electoralismo que tira para atrás, por tres razones concretas y evidentes.

Primero porque estamos en precampaña y todo vale, y en momentos de laicismo salvaje del PSOE de Zapatero, Pedro Castro, hábil estratega como siempre, se ha querido llevar a su terreno al Obispo, a su Iglesia y a los miles y miles de católicos de la ciudad; trampa en la que ha caído D. Joaquín, porque él también sabe que quedan 5 meses de gobierno municipal y nadie sabe quién será el próximo alcalde.

Esto enlaza con la segunda cuestión electoralista: las ausencias. Primero la ausencia del socio de gobierno, Izquierda Unida, quienes fieles a su carácter laico, no se personaron en la firma. Hay que recordar que es el Gobierno Municipal quien ha firmado, o sea, PSOE + IU, y que había varios concejales en el lateral que nada pintaban, excepto salir en las fotos. ¿Por qué no estaba Sánchez Coy? Sencillo, porque en campaña electoral, IU habrá preferido no hacerse fotos con el Obispo católico, para mantener su apariencia laica.

La tercera cuestión electoralista es también de ausencia, la del Partido Popular; al que no se le convocó. Resulta que el acuerdo no es entre Pedro Castro y el Obispado (en el obispo Joaquín, debido a las características de la Iglesia, si se funden persona y cargo de forma vitalicia) sino entre el Ayuntamiento de Getafe y el Obispado, entre la Ciudad de Getafe y el Obispado. Y el Partido Popular forma parte ineludible del Ayuntamiento y de la Ciudad. Un Convenio de esta importancia, a tenor de las palabras de Castro y López de Andujar, debía haber contado con la presencia de los tres grupos representados en el Consistorio: PSOE, PP, IU; sin embargo, sólo estuvo presente el PSOE. ¿Por qué?

Ha esto hay que añadir la ausencia del concejal de la cosa: Urbanismo, quien tendrá mucho que decir en cuanto a la concesión de parcelas, siendo además, cabeza de mando del socialismo getafense; a lo mejor por ello.

Por electoralismo. Unos por descarte propio. Otros por ser descartados. La realidad es que la buena idea que exponíamos al comienzo queda turbada por esta otra realidad, no política, sino partidista.

El Obispado, señera religiosa de todos los getafenses, debería haber exigido la presencia de todos los grupos, de forma que la firma entre Obispo y Alcalde contara con el apoyo unánime de todos los ciudadanos. Da la impresión, así, de que sólo cuenta con el apoyo de una minoría, los votantes de Pedro Castro.

No es asunto baladí éste. El Convenio, que tendrá vigor hasta diciembre de 2008, compromete al próximo gobierno local a su cumplimiento, sea cual sea su signo: socialista, popular o de izquierdas.

Además, al no explicitar claramente los compromisos y dejarlos como meras intenciones, se está hurtando a la ciudadanía de los costes reales del proyecto, y pese a la alharaca de la rueda de prensa, lo cierto es que nada se conoce y nada se asegura.

Lo dicho, huele demasiado a electoralismo. Sobre todo, cuando el alcalde volvió a expresar en voz alta uno de sus célebres sueños: que la Catedral de Getafe acoja la Exposición Ciudades del Hombre. Lo que levantó alguna sonrisa y no pocas caras de asombro.

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