POLÍTICOS SINVERGUENZAS

Que los ciudadanos ya no creen en sus políticos profesionales es un hecho constatado en la poca participación del vulgo en las elecciones. El divorcio entre el Pueblo y sus gestores es tan evidente como vergonzoso; y bien podríamos decir que la Democracia ha sido asesinada por los partidos políticos y, a rey muerto, rey puesto, y ellos mismos han aupado y coronado a la Partidocracia.

Lo que está ocurriendo en Leganés y, muy posiblemente suceda en Getafe, es la magnificación de la desvergüenza, el descaro, la villanía y el descrédito de la clase política y de los partidos.

Durante años PSOE e IU han estado gobernando juntos en Leganés. Ellos siempre alardeaban de mantener buenas relaciones, cuando en realidad se llevaban a matar. No les unía el interés por el Pueblo o la Ciudad, sino sus propios intereses dinerarios, de poder, de colocar a sus amigos y compañeros, de controlarlo todo en su exclusivo beneficio. Permanecer en el gobierno local supone enormes, gigantescos beneficios económicos a los ediles y a sus partidos.

Ayer eran un matrimonio feliz. Hoy están tan separados que han consentido que otro gobierne. No ha sido un acto de honor democrático (al fin y a la postre, la lista más votada, la elegida por el Pueblo para que le gobierne es el Partido Popular) sino de desencuentro en cuanto al reparto de prebendas. Leganés no ha decidido, democráticamente, que gobierne el PSOE de Simancas-Montoya, sino el PP; no ha querido, porque no le ha dado la real gana que sea Izquierda Unida quien forme gobierno, sino Dña. Guadalupe. La cosa del Voto Progresista es tan falaz como cínico, tan vergonzoso como ruin. Pero podían haber guardado las formas, como en los matrimonios de conveniencia que se besan en público pero duermen en camas separadas. Pero no, sencillamente no ha sido posible.

Las diferencias entre IU e PSOE son tan grandes que no se admite el acuerdo de gobernar. Así quedó manifestado en el Pleno de investidura. Ahora las regionales y los muchos prebenderos que viven del anterior gobierno de coalición, empujan y arremeten contra D. Raul para que llegue a un acuerdo. ¿A cual?. ¿Cómo es posible plantear un acuerdo de gobernabilidad si no se entienden, si no tienen los mismos programas, si no hay un planteamiento común para la ciudad.

Si llegan al acuerdo y montan el sarao de una moción de censura habrán suicidado a su honor, a su vergüenza y a su ética como políticos y como ciudadanos. Primero porque no se puede censurar lo que no se ha puesto en marcha. Segundo, y más importante, porque demostrarán, todavía más, que no les mueve la gestión progresista de Leganés, sino sus bastardos intereses personales y de partido, su ansia de mandar y controlar, sus deseos de mantener los sillones del poder excesivamente bien pagados y recompensados con infinidad de prebendas, acallar el hambre y el miedo de tantos cientos de estómagos agradecidos, incapaces de otra cosa que mamar de la teta público-partidista.

No sirven ya las palabras, no vale la demagogia, no cabe el discurso a lo Simancas. Al candidato socialista sólo le queda escuchar al ciudadano que ha decidido que ni él ni su partido gobierne, porque no aceptan ni su programa, ni su política, ni su persona (siempre políticamente hablando) Izquierda Unida tiene un nimio apoyo popular, por lo que no está en condiciones de hacer nada, en todo caso, seguir trabajando desde la Oposición para mantener líneas de Izquierda.

Si se consuma el pacto y la moción de censura, la situación se tornará en catástrofe democrática. Será lo más vergonzoso después del desencuentro (otra vez el PSOE) entre Simancas y Tamallo (también por cotas de poder y ladrillo)

Los ciudadanos no podemos permitir estas situaciones donde lo Público, la Ciudad, sea tratada como una feria de ganado por estos señores que viven de nuestros impuestos, que nos ningunean y se ríen de nosotros en la cara.

La Ley les ampara. La ética, la vergüenza, el honor y la propia democracia rechazan sus patéticas prácticas por seguir viviendo de la sopa boba.

Al loro.