17 mayo 2007

¿ESTAMOS EN CAMPAÑA?

Podría parecer que no estamos en campaña electoral, porque las cosas por el condado andan muy tranquilas. Nos decía ayer un destacado periodista local que no se notan más los torrentes electoralistas porque los políticos y sus agrupaciones llevan demasiado tiempo enfrascados en la guerra por los votos.

Lo cierto es que si hay una campaña electoral dura, belicosa, aunque educada y gentíl. Lo que sucede es que, como bien acertaba este apreciado compañero, la cosa ha cambiado, y el sistema mitinero es sólamente para los convencidos, y los políticos profesionales le han dado al coco para que canalizar las aguas por distintos derroteros.

El PSOE es quien menos parece estar en campaña, pero es porque la dirige, estupendamente, el veterano D. Francisco.

En efecto, observando al partido de ZP el pacificador y Simancas el breve, en su versión local, parecería que nada se está moviendo, pero es que D. Francisco, el principal caballero actual del conde Castro, lo tiene todo muy pensado y como buen estratega que es, meditado y calculado.

El caballero Francisco se ha tenido que enfrentar a muchas cosas y gentes, además de al vulgo y se ha encontrado de frente a toda la caballería de D. José Luis, excelentemente pertrechada y con un estandarte que causaba miedo y pavor entre las huestes socialistas: El Cambio, por el Cambio, 20 años son demasiados... La estrategia belicosa del Conde ha sido la de siempre, el enfrentamiento directo movilizando a sargentos y lacayos para que, armados con cuchillos, guadañas y palos se enfrentaran a las picas y espadas de sus oponentes. Es decir, un matadero que está dejando numerosos cadçaveres políticos y sociales en el campo de batalla.

Pero el caballero Francisco, ahora el más poderoso del Castillo, señor de la Tercera Planta y de no pocas encomiendas deportivas, ha tomado otra táctica, más sutil, más callada, más felina. Sabedor de las fuerzas de su contrincante, D. Francisco ha ordenado a sus caballeros y sargentos que mantengan las líneas, que no den un paso, que guarden los arcos y no disparen ni una lanza. La cosa es sencilla, ante el ataque del Cambio, había que contraatacar con aquí no hace falta cambio; aquí no pasa nada; aquí todo está igual, igual de bien, igual de tranquilo; todo marcha como una balsa de agua cristalina... Ha sabido tranquilizar a todos, usando tanto la diestra como la siniestra, tanto la pluma como la sica, tanto la palabra como la imagen. D. Francisco está manteniendo el Castillo en primer tiempo de saludo hacia el interior pero en calma plácida hacia afuera. No hay mejor defensa en un castillo sitiado, como es el actual, que continuar la vida como si nada pasara.

Con todo ello ha conseguido varias cosas.

Por un lado, tiene a la tropa tranquila, expeliendo calma y control y difundiendo que la victoria es díficil pero absolutamente posible; lo que comienza a enrrabietar a los caballeros rivales. Por otro, ha sabido superar la crisis sin precedentes que supuso la traición al Castillo de D. David, ahora abocado al fracaso por mor de su mentor y amigo, quien es pasto ya de los buitres en la batalla por Madrid. También D. Francisco ha sabido colocarse en el primer puesto, repetimos, el Primer Puesto del castillo, por encima de su Señor, porque es consciente (pues no sabe ni na) que el Conde, pase lo que pase, está condenado al destierro político. Si gana, queda tan tocado por las promesas, los acuerdos cainitas, los rencores y las luchas internas que tendrá que abandonar el trono en pocos meses. Si pierde, aún gobernando, más de lo mismo, sólo que se acelerará porque le están esperando en la orilla izquierda. Si pierde, sencillamente tendrá que rendir su pendón y marcharse con los pocos fieles que le quedarán; ya te hemos dicho, Conde Castro, que siempre has jugado mal tus cartas hacia tus lacayos, que no te serán fieles, todo lo contrario; es la soledad del trono.

El caballero Francisco sabe que es el número uno, el único noble capaz de levantar el castillo de las cenizas que provocará la contienda de mayo. D. David, que se ha largado para volver impoluto y virginal a recomponer el castillo y la encomienda, tiene pocas posibilidades porque su Señor actual, el caballero ¿quién, cómo, cuándo y dónde? está muerto ya; porque su padrino ha perdido la Rectoría y toda la fuerza política que dispensaba, al haber finiquitado a su valido, y a su auténtico amo, ZP el pacificador, quien bastante tiene con mantener a flote su barcaza que hace agua por todos lados. De esta manera, D. Francisco es la única persona capaz de levantar el socialismo en Getafe, simplemente porque ha hecho bien los deberes.

Le tocó bailar con la más fea: pacificar el urbanismo-ladrillismo después del cambio de rumbo, y lo ha conseguido. La orilla izquierda contenta porque se ha expropiado; la orilla derecha contenta porque es un logro (60 a 40) de su Señora; y el Pueblo contento porque se respira otro aire ladrillista, lejano a la pestilencia de siempre. Así mismo, ha contentado a los cooperativistas, asegurándoles una casa, que será, por lo que ha evitado la batalla popular de ver a miles de personas (¿2000?) manifestándose en la jornada de reflexión. Y está contentando a los ladrilleros que se quedan a verlas venir porque dispone de sufiencientes llaves para que todos queden satisfechos; o al menos tranquilos. Y además, tiene el caballero Franciso otro manojo de llaves que ha comenzad0 a mostrar, eso sí, bien sujetas a su faltriquera. Se trata de las 20.000 posibles viviendas a construir en Perales. Posibles. Quizás. Puede que... O sea, está diciendo que, si yo sigo aquí, estudiaré la posibilidad, si es necesario, de abrir la nueva caja... ¿Cómo? Ya veremos... Y este mensaje críptico ha sido perfectamente entendido por los sabios del ladrillo local.

El caballero Francisco ha asegurado, y le creemos, porque es hombre de honor y convicciones claras, que no quiere tocarse con la corona condal. Cierto. Pero también sabe que está pasará con toda seguridad de cabeza a cabeza en breve, y sus huestes, el castillo entero, le proclamará noble principal. En todo caso, autodescartado D. David por su ruta madrileña, sólo queda D. Francisco para convocar a la mesa redonda de la segunda planta y plantar cara a la nueva legislatura.

Decíamos hace días que las cosas estaban muy complicadas para los socialistas. Hoy, con D. Francisco descubriendo su estrategia de general en cap, ha demostrado, primero, que es un excelente Senescal; y segundo que no se puede dar por vencido al enemigo hasta que no rinda su pendón... Y el caballero Francisco está lejos de hacerlo.

Eso sí, de ganar, el Castillo sufrirá una gigantesca criba y limpieza, y muchos de los que ahora babean por el conde, deberán lamer sus heridas en otras plazas... Pero claro, la Comunidad está más lejana que la Luna.

Quien tenga oídos que escuche.

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