Nos van a llamar exagerados, pero la realidad nos viene a dar la razón a cada día que pasa: en Getafe hay una crisis de gobierno real entre el PSOE e IU.
Hemos escuchado en muchas ocasiones a conocidos afiliados socialistas referirse a las diferencias entre los concejales del PSOE y los de Izquierda Unida, como mero juego, como una actuación de cara a la galería; porque a ambos les interesa estar en el Gobierno, por lo mucho que les proporciona el Poder.
Pero Gregorio Gordo lleva semanas alentando otra idea muy distinta. En la entrevista que le realicé, y que fue publicada por el Periódico GETAFE AHORA, en su número 2, Gordo aseguraba que, pese a lo que vocea Rafael Simancas a todos los que le quieren escuchar, en estos momentos, están más lejos que cerca de gobernar en la Comunidad PSOE e IU en coalición. Lo mismo sucede en Getafe. Gregorio "Goyo" ha afirmado tajántemente que IU no está realquilado en el gobierno municipal, sino que éste está formado por el PSOE e IU, por IU y el PSOE, atendiendo al número relativo de concejales, pero formando parte al unísono del mismo. Es más, aseguró que si el PSOE no está a gusto en este gobierno, se puede marchar, y ellos gobernarían en minoría.
No es chulería, sino todo un compromiso de posicionamiento político: la IU de Gregorio Gordo no quiere ser la tonta útil del PSOE de Castro. Ni más ni menos.
Y las diferencias se han hecho notar, peligrosamente, en los últimos meses. El motivo no es otro que la forma de gobernar de Pedro Castro, que continúa pensando (y vendiendo) que en Getafe sólo gobierna él, y que la Coalición de Sánchez Coy, está de invitada, de prestada, de paso.
Pero lo que más ha alejado a ambos grupos ha sido su formulación política. Mientras que IU mantiene la defensa cerrada de lo Público, el PSOE de Castro se ha vendido a la privatización y al Liberalismo del Centro. La cerrazón del concejal José Manuel Vázquez, mandado por Pedro Castro, ha roto la unidad sindical (que jamás existió, porque la CGT mantiene posturas de izquierdas siempre) en la función pública. UGT ha apoyado sin reservas a los socialistas; lógico, teniendo en cuenta el regalo de 29 millones de euros que ZP ha realizado al sindicato hermano; mientras que CCOO e IU se han alejado y protestado de las tesis liberales-centristas del PSOE getafense; medidas que firmaría sin problemas el PP de José Luis Moreno.
Pero lo que realmente ha terminado por matar la camaradería entre ambos partidos ha sido la posición de alcaldía respecto al Desarrollo de los Molinos-Buenavista.
Izquierda Unida pretende que la totalidad de viviendas que le corresponde levantar al Ayuntamiento, por el suelo que legalmente se queda, las haga la EMSV, empresa pública municipal, de forma que éstas sean realmente económicas, alrededor de los 20 millones de pesetas, como máximo.
Pero IU no se fía del alcalde, ni del PSOE, ni de Santos Vázquez. Y no lo hacen por los compromisos políticos que tienen con varios grupos de poder social de la ciudad, como son, las Casas Regionales, entre otros, a los que desde el Ayuntamiento se les ha asegurado que podrán construir una gran cantidad, que se aproximan a las que pretende levantar Coy a través de la EMSV. Además de las Casas Regionales, otros cercanos al poder socialista como son algunos presidentes de Asociaciones de Vecinos, quieren su parte de las tajadas. Así mismo, Alcaldía podría reservar algunos cientos de viviendas a ciertas cooperativas que se podrían quedar sin suelo, y cuya marca dice mucho en Getafe.
Para Coy es esencial que la Empresa pública de la vivienda construya en Los Molinos-Buenavista, porque rompe en mercado prohibitivo que sufrimos, permite acceder a precios lógicos a los demandantes, y pone un punto de normalidad a la existencia de una empresa como esta, que no hace prácticamente nada; porque no la dejan. Y no lo hacen, porque los intereses de los exsocialistas, ahora ladrilleros, pesan mucho sobre el PSOE local.
Por eso, el Urbanismo ha sido la gota que ha colmado el vaso de las desavenencias entre socialistas e izquierdistas, y Gregorio Gordo, desde su atalaya regional ha lanzado el grito de guerra. Y decimos atalaya, porque Rafael Simancas “el Pacificador” líder del socialismo madrileño, sabe que la IU de Gordo es imprescindible para sus aspiraciones a tomar el sillón de Esperanza Aguirre. Por eso, desde IU-Madrid han lanzado un mensaje claro: no gobernará la derecha si podemos evitarlo, pero para ello hay que negociar y dialogar, y acercar posiciones; es decir, el PSOE tiene que dejar de hacer política de centro-derecha, liberal y de apoyo al empresariado y a la privatización, y volver al fuero de la Izquierda real.
Gregorio Gordo no está dispuesto a que en Madrid se repita lo que está sucediendo en España, donde un Gaspar Llamazares “el primo pequeño” actúa de tonto útil para Rodríguez Zapatero, permitiendo el desgaste de la Coalición, y el peligro de su desaparición en las turbulentas aguas socialistas.
Y lo mismo que en Madrid, en Getafe. Tanto Gordo como Coy, aspiran a que en la Capital de la Comarca se reproduzca la situación de Leganés, donde el alcalde Pérez (PSOE) está sujeto y atado por la cuerda izquierdista de Raul Calle, cada día más popular, más querido, habiendo demostrado que se puede realizar una política municipal de izquierdas si se permite; y él lo puede hacer porque el PSOE está en minoría, y depende de IU para sobrevivir.
Pero mientras el alcalde de Leganés ha comprendido que gobierna gracias a IU, en Getafe, Pedro Castro no lo admite, y piensa que aún mantiene el poder absoluto. Y no es cierto.
Por su parte, José Luis Moreno no tiene razón (lo ha dicho en su Blog) cuando afirma que si Izquierda Unida no está contenta en el gobierno local, debe marcharse. ¿Por qué? El gobierno no es del PSOE, sino de coalición entre ambos, y el principal objetivo es, además, evitar que el Popular acceda al despacho de la segunda planta.
Si IU se marchara ahora del gobierno, podría parecer que lo hace, solamente, por motivos electorales, y que sólo estaban gobernando por el Poder y las prebendas. Claro está, la situación se puede transformar en insostenible. Castro y su equipo saben sobradamente que su continuidad a partir de Mayo-2007 está muy discutida; vamos, muy difícil. Por eso tienen que luchar por cada voto, y para ello tienen que eclipsar a Izquierda Unida.
Aquí puede estar la madre del cordero. Castro, estratega como nadie, sabe que necesita cada voto de la izquierda, ahora que José Luis Moreno le ha alcanzado, sino sobrepasado, y para conseguirlo, tiene que aparecer en solitario; y para ello, lo mejor es romper el gobierno y dejar a IU en la calle, sin concejalías, sin empresas públicas, sin acceso al Consejo de Gobierno, sin acceso al Poder de la comunicación institucional, la maquinaria más poderosa y dañina (partidistamente hablando) O sea, dejándola en la Oposición, como está el Partido Popular, siempre ninguneado.
Muchos pensarán que esta posibilidad es imposible, porque Pedro Castro quedaría en minoría y no podría gobernar. Pero la cosa no es así. Queda menos de un año para las elecciones, y Castro y compañía se han preocupado de sacar adelante sus proyectos más emblemáticos y señeros, los más electoralistas (Centro de Poesía, Biblioteca César Navarro, Carpetania, Metro, etc.) O sea, todo lo que figura en el DVD famoso, lo pague quien lo pague (que no es Castro, sino Esperanza Aguirre) De forma que estos meses los podría pasar en minoría, sabedor de que IU no votará jamás a favor del PP, y sí a favor de las pocas medidas de izquierdas que el PSOE promueva.
Castro sólo tendría que subsistir con una economía de batalla, y aguantar el tirón de unos meses; mientras la CAM continúa con el chorreo de millones, los vecinos del Bercial comienzan a llegar y las máquinas entran en los Molinos en diciembre. Al loro con esto, porque el escándalo de los Molinos se resolverá en diciembre, a 5 meses de las elecciones, de forma que, pase lo que pase, no habrá margen de maniobra para muchas protestas, y Castro se podrá vender (cosa que hace extraordinariamente) como el summo hacedor y dominis.
Pero Pedro Castro tiene otro as en la manga. En el caso de que las cosas vinieran demasiado mal y los meses que restan para las urnas se transformaran en un infierno, haría las paces con la concejala Mikue, No Adscrita, y la atraería al PSOE, en forma de voto en los Plenos, con lo que alcanzaría la mayoría absoluta, sin el peligro de denuncia por transfugismo; y entonces, podría continuar gobernando como a él le gusta. No crean que esto es política-ficción. Se ha visto a Mikue en varios actos socialistas, y aunque Castro se portó mal con ella, dejándola sin poder consistorial, todo es negociable en el mundo de la política.
¿Está Pedro Castro propiciando la crisis de gobierno, con sus políticas poco izquierdistas? Es una posibilidad que todos en Getafe deben tener en cuenta; porque no es baladí; y los muchos logros de José Luis Moreno, y el mucho trabajo de Sánchez Coy, se pueden quedar en agua de borrajas ante la estrategia, siempre eficaz, del viejo político socialista.
Y de paso, de la lista del PSOE ni se habla. Y de los posibles candidatos menos. Y de su ascenso a la CAM, para que contar.
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