21 julio 2006

EL BUEN ROLLITO ENTRE PEDRO CASTRO Y ESPERANZA AGUIRRE

Editorial publicada el 21 de julio de 2006 en el periódico digital SUR PRESS


El pasado miércoles, Esperanza Aguirre giró una visita a Getafe, concretamente al Polígono de la Carpetania, y para afinar, a las obras de la empresa alemana Siemens.

No alcanzó a entender este tipo de visitas. Se puede aceptar una visita cuando se presenta un proyecto para ver cómo será y otra al finalizarlo para ver cómo ha quedado. Pero una visita en toda la mitad del medio, no parece muy lógica.

Lo mejor de estos actos es el aquilate, los análisis que se pueden sacar de ellos. Como me decía el director de uno de los pocos periódicos locales que dicen las cosas como son, guste o no, hay que fijarse mucho en los que vienen y para qué.

La noticia, las noticias, no están en las palabras de los protagonistas. Aquí hablaron el presidente de Siemens en España, el alcalde de Getafe y la Presidenta. Cada cual alabó a los otros, y se autoalabaron. Escuchándoles todo va fenomenal. Se magnificó la instalación de la multinacional alemana en la Carpetania, la consecuencia de más de 800 puestos de trabajo directos, la inversión. Pero nadie se refirió a los problemas urbanísticos de la antigua ubicación de la factoría, ahora reconvertida en suelo carisimo, para viviendas más caras aún, para llenar a rebosar, los bolsillos de los de siempre; de los que el alcalde dice que no actúan éticamente.

Hubo muchos gestos a enfatizar. Por ejemplo, la cantidad de personal que aglutina una visita de la Presidenta. Hubo un número importantísimo de periodistas, entre reporteros, fotógrados y cameramas, que habitualmente no se pasean por Getafe; lo que indica que la presidenta Popular atrae a los Medios como la miel a los osos.

Más nos llamó la atención la concurrencia de una legión de señores trajeados, pasando más calor que un lagarto en el Sahara, que no hacían nada, sólo rodear a los políticos principales, sonreir sus gracias y mirar a todos lados mientras se secaban el sudor. Suponemos que, tal y como dice un célebre fontanero castrista: "había que estar".

Algo a resaltar es la presencia de concejales, de los tres grupos: Socialista, Popular, e Izquierda. Parecería que se tomaron la mañana libre, que no tuvieran otra cosa que hacer, y se entretuvieron acompañando a la Presidenta y a sus compañeros líderes. Lo cierto es que, los concejales de Getafe, parecen las guardias de corps de sus jefes. Estuvieron 4 del Partido Popular, 6 del PSOE y los 3 de Izquierda Unida. Todos ellos caminando entre el populacho, intentando encontrar posiciones, cosa harto difícil, debido a la cantidad de "gente guapa" (o sea, pudiente) que rodeaba al alcalde y a la presidenta. Y no tiene demasiado sentido, porque para recibir a la presidenta regional ya estaba el alcalde, quien hubo de suspender sus vacaciones, haciendo de menos a David Lucas, alcalde en funciones, por lo que no sabemos que pintaban allí las concejalas de Mujer y Mayores; bueno si, dejarse ver, porque se juegan el número dos. Por cierto, la responsable de protocolo también estuvo paseando su palmito entre la elite, demostrando que aún no se ha cerrado nada en cuanto a la Lista.

Pero lo más llamativo es observar a Pedro Castro y Esperanza Aguirre. Hay que reconocer que hay química entre ambos políticos; de hecho, el propio alcalde llegó a decir que "algunos piensan que lo nuestro es de ahora, pero viene de hace mucho tiempo" a lo que la presidenta aseveró. Es decir, que el buen rollito no es de ahora.

Castro siempre ha destacado por su política camaleónica y su condición especial para llevarse bien con sus rivales: Gallardón y ahora Aguirre. Esta forma de comportarse ha beneficiado mucho a la ciudad, y justo es reconocerlo, porque, de hecho, Getafe es la niña mimada de la Comunidad, llevándose un montón de millones de la CAM. La buena relación personal entre ambos líderes, permite que el diálogo sea más fluido, entre ellos, claro, porque después nos toca asistir al triste espectáculo en los Plenos, cuando algunas acólitas de Castro arremeten con saña contra la presidenta regional y su partido. Algunos dirán que forma parte del juego político, pero la realidad es otra, y en el Partido Popular no sientan nada bien ese tipo de ataques foribundos contra Esperanza Aguirre y su política, cuando, además, la Comunidad ha apostado por Getafe.

Pero lo mejor es leer entre líneas, y en este tipo de actos, las letras aparecen en pantallas gigantes, como los partidos de fútbol. El futuro político de Castro pasa por la Comunidad. Es un clamor que si Simancas gana las elecciones (con o sin apoyo de IU), Don Pedro se marchará a la puerta del Sol a sentarse en el despacho de una Consejería. Entonces es cuando deberá entregarse a fondo en su parcela dialogante. Simancas no puede ni ver a la Presidenta, a la que envidia y "odia" porque la considera la culpable de no estar sentado en el sillón presidencial; cuando en realidad, fueron sus malas artes negociaciadoras con sus propios compañeros, los mismos que auparon a Rodríguez Zapatero en menoscabo de José Bono, los que propiciaron la traición socialista entre los socialistas. El PP se benefició de la mala gestión de la crisis interna que sufrió el PSOE madrileño, cuando después de haberles prometido Simancas lo que fuera a Tamallo y compaña, les dejó con el culo al aire. Y ellos se vengaron. Y el PP se benefició.

Por lo tanto, con Simancas como presidente y con Porta como segunda (la misma que estaba en todos los ajos tamalliles) el diálogo entre PSOE y PP puede ser una copia del diálogo entre Zapatero y Rajoy; es decir, una hecatombe, ya que el presidente del Gobierno sólo se ha dedicado a destrozar todo aquello que había creado el PP de Aznar (lo malo, que era mucho y lo bueno que también era mucho) De forma que se puede levantar una barrera entre los dos principales partidos, insalvable y de funestas consecuencias para la Comunidad, ya que, al igual que ZP, Simancas no tiene una política definida, sólo defiende el anti Pepeismo. La segura buena gestión de Gregorio Gordo podrá limar alguna aspereza, toda vez que el getafense si tiene una política clara, un ideario claro de izquierdas; no como su jefe de filas, Llamazares, que es el primer lacayo de Rodríguez Zapatero, creyendo que está en el gobierno, cuando en realidad no es más que un "tonto útil", que aboca a la Coalición a la desaparición.

Pero en esta hipótesis, que, confesamos, es casi imposible de llegar a observarse, Pedro Castro tendría un papel fundamental, porque sus dotes dialogantes y políticas, podrían servir de puente entre un PSOE-Simancas y un PP-Aguirre. De hecho, y teniendo en cuenta que Pedro Castro es docenas de veces mejor político y más listo y hábil que Rafael Simancas, todo el peso de la interlocución entre los partidos caería sobre sus anchas espaldas. Es más, con mucha seguridad, no acabaría la legislatura sin que el PSOE madrileño hubiera decidido que el cambio de líder sería la mejor posibilidad de continuar. ¿Pedro candidato a la presidencia?; y ¿por qué no?

En el supuesto, mucho más real, de que Esperanza Aguirre repita, a tenor de la excelente marcha de la región (con algunas destacadas salvedades) Pedro Castro volvería a ser protagonista en la relación interpartidista, manteniendo el buen rollo de hoy día, las relaciones entre los dos partidos serían mucho más fluidas y cordiales; y sobre todo, productivas.

Cuesta entender que el PSOE madrileño prefiera a un proyecto de político, que aún no ha demostrado nada, excepto la pacificación de la FSM, en lugar de a un político consumado, quemado en lo local, su ciudad, pero con muchas posibilidades en lo regional. La experiencia de Castro en Getafe debería ser aprovechada, sin dudas, en la Comunidad de Madrid.

Además, si tal y como los mentideros madrileños vocean, Simancas va a ser trasplantado de la candidatura regional a un ministerio o secretaría general, a cambio de un peso pesado socialista, que todos los ojos giran hacia la vicepresidenta De la Vega, en este caso, cada día más seguro, Pedro Castro volvería a tener un papel fundamental, ya que, tanto si ganaran los socialistas como si no, de la Vega necesitaría el apoyo y consejo de este avezado alcalde.

Con todo, los protagonistas, que conocen mejor que nadie lo que se está cociendo en la cocina, mantienen su buena relación, que no es imagen ni escena, sino real. Aguirre respeta a Castro, y éste aún más a la presidenta, porque es consciente de que el Getafe que tanto alardean los fontaneros psesoistas, no sería posible sin la apuesta clara de Esperanza Aguirre por la Capital de la Comarca.

Lo que quede en Getafe, es asunto de otro costal.

Francisco Sancabal

1 comentario:

cuerpomente dijo...

Hola Francisco, enhorabuena por tu blog, muy bueno! muy interesante y revelador de los intringulis politicos municpales y de la comunidad. Pero no deberia sorprenderte que Esperanza Aguirre se lleve bien con Pedro Castro porque en realidad la presidenta tiene fama de llevarse bien con todo el mundo. Es un don de la presidenta, entre otros muchos.
Que Simancas y muchos socialistas no la pueden ni ver, pues alla ellos, porque esa debilidad es de ellos y de nadie mas. Son diferencias importantes del talante y del dialogo que ya vemos lo bien que lo vendieron y lo poco que vale en realidad ese dialogo socialista si no es para haber creado una tremenda crispacion.
Pero esa bonhomia de Esperanza no tiene nada que ver con cesiones o debilidad, pues como todo el mundo sabe no tiene complejos a la hora de defender sus ideas.
Creo que politicos asi nos hacen mucha falta en este momento.