Nada es causal en este mundo, y menos en política profesional, donde casi nadie da puntada sin hilo.
Hace tiempo que predicaba en estas mismas páginas virtuales la posibilidad y necesidad para la Izquierda madrileña de que D. Pedro, el conde de Getafe, diera un paso adelante y se presentara como rival de Dña. Esperanza, la marquesa de Madrid. Decíamos y escribíamos que con D. Pedro dando caña en la Comunidad, sabedor como es de las políticas locales y como uno de los mejores estrategas políticos del País (ya quisieran tenerle en sus despachos D. Mariano el Valido y D. José Luis el Turco; pero, peor para ellos) la Izquierda madrileña tendría una oportunidad. Pero la cosa no fue así y D. Rafael fue derribado del caballo de la política y quedó en los calentitos establos que supone el Senado español junto a D. Manuel el añejo Franquista (a ver si algún día alguien nos explica para que sirve esta Cámara con piscina)
Hoy todo ha cambiado mucho. D. David está en Madrid dándole al Faraón hasta donde no duele, teniéndole cogido por las verguenzas con el Caso Guateque, y saliendo a todas horas en los informativos mostrando a la ciudadanía que el Ayuntamiento de Madrid es el peor gestionado de todos los españoles; y eso que no cuentan la campaña salvaje de privatizaciones que están realizando, como, por ejemplo, con los servicios de bedeles, metiendo a una empresa de coleguitas y no sabiendo que hacer con los funcionarios (para ejemplo un botón; y otro día hablaremos de las priovatizaciones de la Comunidad)
Y D. Tomas, el barón de Parla, manteniendo a las huestes socialistas madrileñas como un sólo caballero (perdón por las damas pero el mundo de la caballería no las incluía, pero que no me lo tomen a mal, veremos como las vamos incluyendo, aunque tengamos que imitar al Maestro Umbral e inventarnos palabras) sujetándo las bridas con mano de hierro y consiguiendo que hasta para orinar le pidan permiso primero.
Pero Dña. Esperanza campea por su marquesado como si fuera su propio jardín de petunias. Nadie le dice nada, y se permite jugar a sus dos actividades favoritas: machacar al Faraón de la M-30 (que sólo le queda meterle en el potro) y tocar las narices al presidente ZP, de paso, demostrando a D. Mariano el Valido y al Partido todo, que con el permiso del empresario Rato, ella es la líder indiscutible. ¿Será una estratagema de D. José-María, el ex presi y amiguete del asesino Busch?
Lo cierto es que D. David, quien se tuvo que marchar del Castillo saliendo por la puerta lateral izquierda de la Torre, porque ya no le dejaban ni tirar con el arco (mucho menos manejar la espada) está haciendo su carrera en Madrid y moviendo muy bien los hilos de la Izquierda, mostrando y demostrando que otra Izquierda es posible, si se actúa con inteligencia, mano izquierda y parsimonia, y catapultándose como líder del PSM del futuro.
Así las cosas, la guerra por la capital está cambiando de colores. Los estandartes socialistas comienzan a ondear con orgullo y los ciudadanos que piensan y votan izquierda pueden mirar al futuro con esperanza. Con el Faraón casi derrotado, sin caballeros que le sigan, excepto los fieles lacayos a los que bien paga con el dinero de todos, y sin tierras donde cabalgar ya que la Marquesa lo tiene todo bajo control, D. David puede casi pasear al trote con su alazán preparando las próximas elecciones.
Pero la Comunidad es otra cosa. Si gana D. Mariano en Marzo, cosa más que probable, vistas las encuestas, Dña. Esperanza tomará todas las encomiendas necesarias para satisfacer sus inconmensurables ansias de poder y se hará fuerte en el Castillo madrileño, a prueba de asedios, y comenzará a pergeñar su ascenso hasta el castillo monclovita; al tiempo. Y mientras D. Tomás, haciendo triplete: en Parla, donde no tiene rivales ni contrarios, en el PSM donde todos los dedos son huéspedes, y en la Asamblea, donde tiene los enemigos más crueles entre sus compañeros, a los que no les permite ni hablar ni pensar; así, no puede plantear la estrategia de guerra contra la Marquesa.
Quien sabe. A lo mejor, el próximo rival de Dña. Esperanza es D. David. Y mientras, D. Pedro, en su castillo, cada día menos importante, más pequeño y menos influyente, ve como su otrora mano derecha le ha adelantado, superado y colocado en lo más alto. Y es que hasta el mejor escribano echa un borrón; y en la estrategia política, como hemos dicho muchas veces, D. Pedro se ha dejado aconsejar muy mal. Y además, nos ha leído poco. Aunque, nunca es tarde... De momento, nosotros continuamos.
Y lo contaremos.
26 enero 2008
25 enero 2008
POLÍTICOS MENTIROSOS... ¿QUÉ ESTÁ PASANDO?
Que los políticos profesionales no tienen el respaldo del Pueblo en cuanto a confianza es un hecho claro para todos, incluyendo a los propios vividores de la Política, y aunque éstos no se den por aludidos, lo cierto es que la Ciudadanía se está cansando de tanta historia truculenta.
Una de las últimas escandaleras es la acusación que los adláteres de uno y otro bando, o sea, del PP y del PSOE, arremeten contra los líderes de los contrarios. Los sociatas (bello término del Maestro Umbral) acusan a Aznar de mentir al Pueblo en cuanto a los motivos de la Guerra contra Irak (lo que es muy cierto) y por apoyar, mintiendo según ellos y los jueces, en cuanto a la autoría del mayor atentado de nuestra historia: Atocha. Pero por su lado, los Peperos acusan a Zapatero de mentir al mismo Pueblo, es decir, a nosotros, en cuanto a que después del atentado y asesinato de ETA en la Terminal 4 de Barajas, se continuó negociando con la banda de perros criminales; lo que también es muy cierto y ha sido reconocido por el propio ZP.
Los dos, Don José María (aunque ya no está en el Poder ni en la Política profesional) y Don José Luis han demostrado ser unos mentirosos. Con esta condición de pecadores empedernidos, no se entiende como aún están en el candelero, y no los hemos mandado a su casa de una patada en el culo. Cierto que Aznar ya no gobierna, pero lo intentan hacer sus discípulos, sobre todo su valido y elegido digitalmente Don Mariano, quien apoyó sin sonrojo las mentiras de su amado líder. Para el caso, lo mismo. Y Don José Luis, quien ahora nos gobierna, nos ha mentido en una de las peores cosas que podía hacer: con la sangre de personas inocentes.
Ambos dos, van a presentarse a las elecciones para ser elegidos presidentes del Gobierno español. Pero ninguno se lo merece, como tampoco se lo ganan quienes les bailan el agua, y siguen como perros fieles: D. Pepin, D. Miguel, Dña. Esperanza, D. Eduardo, D. Alfredo...
¿Qué está pasando? Sencillo. El Pueblo se ha divorciado de estos políticos mentirosos, carentes de moral y verguenza, que no dudan en prometer lo que no cumplirán, de mentir sobre sus actos con hipocresia gigante, y continuar insultando nuestra inteligencia.
No. No se merecen nuestro voto sino nuestro desprecio. No se merecen ganar ni un céntimo de nuestros cansados bolsillos. No se merecen estar ahí, en lo público, porque quien miente es un mentiroso, como quien apoya a un sanguinario asesino de Iraquíes a cambio de pingües beneficios petrolíferos es de la misma mala ralea, y quien se sienta a charlotear como amiguete con asesinos vascos es tan culpable como ellos.
Lo que está pasando es que estamos hartos de ellos, pero el Sistema, similar a la República Romana, impide que podamos hacer algo para cambiarlo. Patricios y Senadores son ahora los Políticos Profesionales. Y se lo tienen tan bien montado, que es imposible meterles mano. De hecho, ya vota menos de la mitad del Pueblo, pero ellos siguen diciendo que esta misma Ciudadanía les apoya, aunque sólo tengan los votos de un minoritario 10%.
Parece ser que pueden venir aires nuevos, novedosas formaciones políticas que se anuncian como alternativas a la Partidocracia que nos aplasta. Ciudadanos en Cataluña o UPyD en España pueden, si no se corrompen como todos los demás, dar un nuevo y necesario brio a esto.
Las elecciones están cerca, decía Don Julio Anguita, el mejor político de Izquierdas que ha tenido este País, que el problema es que la gente no tiene memoria histórica, y no se acuerda de las trastadas y sinvergonzonerías que han hecho los politicos, y por eso les vuelven a votar.
Veremos a ver que pasa.
Por cierto, parece ser que al Faraón de la M-30 le ha llegado la hora del fin, y es que en lugar de postularse como número dos del PP e intentar hacer la cama a su jefe, Don Mariano, más le valdría dimitir por el escándalo del Guateque, que no ha hecho sino que empezar, pero que él, como alcalde es el máximo responsable de todo cuanto pasa en el Ayuntamiento de Madrid. Más verguenza y menos orgullo. Más responsabilidad y menos soberbia.
Una de las últimas escandaleras es la acusación que los adláteres de uno y otro bando, o sea, del PP y del PSOE, arremeten contra los líderes de los contrarios. Los sociatas (bello término del Maestro Umbral) acusan a Aznar de mentir al Pueblo en cuanto a los motivos de la Guerra contra Irak (lo que es muy cierto) y por apoyar, mintiendo según ellos y los jueces, en cuanto a la autoría del mayor atentado de nuestra historia: Atocha. Pero por su lado, los Peperos acusan a Zapatero de mentir al mismo Pueblo, es decir, a nosotros, en cuanto a que después del atentado y asesinato de ETA en la Terminal 4 de Barajas, se continuó negociando con la banda de perros criminales; lo que también es muy cierto y ha sido reconocido por el propio ZP.
Los dos, Don José María (aunque ya no está en el Poder ni en la Política profesional) y Don José Luis han demostrado ser unos mentirosos. Con esta condición de pecadores empedernidos, no se entiende como aún están en el candelero, y no los hemos mandado a su casa de una patada en el culo. Cierto que Aznar ya no gobierna, pero lo intentan hacer sus discípulos, sobre todo su valido y elegido digitalmente Don Mariano, quien apoyó sin sonrojo las mentiras de su amado líder. Para el caso, lo mismo. Y Don José Luis, quien ahora nos gobierna, nos ha mentido en una de las peores cosas que podía hacer: con la sangre de personas inocentes.
Ambos dos, van a presentarse a las elecciones para ser elegidos presidentes del Gobierno español. Pero ninguno se lo merece, como tampoco se lo ganan quienes les bailan el agua, y siguen como perros fieles: D. Pepin, D. Miguel, Dña. Esperanza, D. Eduardo, D. Alfredo...
¿Qué está pasando? Sencillo. El Pueblo se ha divorciado de estos políticos mentirosos, carentes de moral y verguenza, que no dudan en prometer lo que no cumplirán, de mentir sobre sus actos con hipocresia gigante, y continuar insultando nuestra inteligencia.
No. No se merecen nuestro voto sino nuestro desprecio. No se merecen ganar ni un céntimo de nuestros cansados bolsillos. No se merecen estar ahí, en lo público, porque quien miente es un mentiroso, como quien apoya a un sanguinario asesino de Iraquíes a cambio de pingües beneficios petrolíferos es de la misma mala ralea, y quien se sienta a charlotear como amiguete con asesinos vascos es tan culpable como ellos.
Lo que está pasando es que estamos hartos de ellos, pero el Sistema, similar a la República Romana, impide que podamos hacer algo para cambiarlo. Patricios y Senadores son ahora los Políticos Profesionales. Y se lo tienen tan bien montado, que es imposible meterles mano. De hecho, ya vota menos de la mitad del Pueblo, pero ellos siguen diciendo que esta misma Ciudadanía les apoya, aunque sólo tengan los votos de un minoritario 10%.
Parece ser que pueden venir aires nuevos, novedosas formaciones políticas que se anuncian como alternativas a la Partidocracia que nos aplasta. Ciudadanos en Cataluña o UPyD en España pueden, si no se corrompen como todos los demás, dar un nuevo y necesario brio a esto.
Las elecciones están cerca, decía Don Julio Anguita, el mejor político de Izquierdas que ha tenido este País, que el problema es que la gente no tiene memoria histórica, y no se acuerda de las trastadas y sinvergonzonerías que han hecho los politicos, y por eso les vuelven a votar.
Veremos a ver que pasa.
Por cierto, parece ser que al Faraón de la M-30 le ha llegado la hora del fin, y es que en lugar de postularse como número dos del PP e intentar hacer la cama a su jefe, Don Mariano, más le valdría dimitir por el escándalo del Guateque, que no ha hecho sino que empezar, pero que él, como alcalde es el máximo responsable de todo cuanto pasa en el Ayuntamiento de Madrid. Más verguenza y menos orgullo. Más responsabilidad y menos soberbia.
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