La Derecha española está muerta. Se puede analizar la situación del Partido Popular de muy diferentes maneras, pero hay una realidad incuestionable: el PP se ha roto y ahora mismo navega por mares encrespados sin timonel, capitán ni vigia.
Se habla de un líder único: D. Mariano. Pero no es cierto, porque está siendo cuestionado por los principales espadas, por los que le han hecho todo el trabajo y los que han sufrido la derrota, una derrota que es achacable, exclusivamente, a él.
No sólo Dña. Esperanza ha mandado velar armas a sus caballeros de la torre madrileña. Es que tanto el mariscal D. Eduardo como el senescal D. Angel han abandonado la Mesa Redonda y le han espetado a D. Mariano un "ahí te quedas".
Dña Esperanza, lista y sagaz como siempre, ha observado que no es momento de silencios cómplices ni cobardes, sino que es la hora de empuñar las espadas contra el enemigo: D. José Luis, y para ello, habrán de caer en fuego amigo algunos caballeritos y damiselas que no saben otra cosa que pelotear alrededor de D. Mariano.
Todos cerraron filas ante el candidato Popular a la Moncloa en el eterno debate/lucha electoral, y todos observaron como sus esfuerzos y sacrificios se perdían como papelillos en la mar. Dña. Esperanza hizo muchísima más oposición al socialista que el propio candidato; no sirvió para nada; bueno, si, para derrotar vergonzosamente a los socialistas madrileños, demostrando que en la Comunidad se reza esperanzados. Y el resto de caballeros de alto rango ofrecieron sus mesnadas, haciendas y tropas a la causa Rajoniana, para asistir abatidos como la no-estrategia del gallego quedaba en agua de borrajas. Incluso los Medios afines a la causa: D. Federico, D. Pedro-J y otros, incluso algunos obispos politiqueros, se enfrentaron a las huestes izquierdistas, sacrificando sus haciendas para que D. Mariano perdiera calamitosamente.
No sirve decir que se han ganado votos. En la política o se gana o se pierde, o se gobierna o se vegeta en la oposición.
Pero la realidad es mucho más dura de lo que quieren aceptar en el Castillo genovés. Los principales caballeros populares le han dado una sonora patada en el culo a D. Mariano. Le han dejado tirado expresando, claramente, que no quieren seguir en su Plan. ¿Por qué? Posiblemente, porque es una estrategia de fracaso, de perdedor. Todo el problema y la responsabidad es de D. Mariano, a quien no le importa nada su partido, el país, su labor de oposición; sólo le interesa seguir siendo el mandamás, seguir ostentando todo el poder. Y en realidad, no se percata de que no es más que la caricatura de su antiguo jefe, D. José María; al que no le alcanza ni para llevarle las hojas de los discursos.
D. Mariano está haciendo el Tour español rebuscando y asegurándose votos en el Congreso. Y es verdad, los pelotas crecen como los champiñones. Pero en su propio castillo, los más destacados se marchan. Digo destacados, que no mejores, porque es cierto que hace falta un relevo generacional, un relevo de lideratos en el PP; pero comenzando por el que ha perdido dos veces, por el que no consigue la confianza de los ciudadanos y quien está siendo cuestionado por sus propios compañeros.
Un dato. Dña. Esperanza gobierna. D. Mariano no. No lo olvidemos.
Como dice Dña. Rosa (la innombrable para algunos) la crisis del PP hace daño al país. Yo diría más, la soberbia de D. Mariano está haciendo un daño irreparable a la democracia española; porque en este sistema Partidocrático, no hay gobierno sin oposición. Es de esperar que Dios se lo demande.
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