24 junio 2008

¿CRISIS?... ¿QUÉ CRISIS?...

¿Estamos pasando por una crisis económica importante? ¿En España? Yo diría que no, a tenor de las palabras, las actuaciones y las medidas que están llevando a cabo los mal denominados Agentes Sociales, el propio Gobierno ZP y la Oposición Rajoista (ahora más que nunca)

No debemos estar sufriendo una crisis económica porque el presidente del Gobierno ha aumentado muchísimo el número de altos cargos y, que curioso, siguiendo la estela de la Marquesa de Madrid, Esperanza I, ha dicho que va a congelar los sueldos de los prebostes gubernamentales, de Director general para arriba... Y yo me pregunto, ¿es que tocaba subirles el sueldo ahora en junio? Además de fijotas, José Luis I el talantoso actúa cínicamente, como un mal actor en el teatro monclovita.

José Luís I no ha sido capaz de nombrar ni una vez la palabra crisis. ¿Por qué? Sencillo, cuando se intenta expulsar un demonio del cuerpo de un poseído, se tiene que conocer y decir en voz alta el nombre de esa entidad maléfica, para someterla. Si no se sabe/dice es como que no existiera; pese a los síntomas y sufrimientos que produce en el desgraciado que lo padece. Pues por eso, por eso mismo, no nombrando al monstruo, el monstruo no existe. Punto. Esa es la filosofía zapateril. ¿Es buena, eh?

Pero si el gobierno lo está haciendo mal y tarde, peor se comportan los que tienen que fiscalizarle.

La Oposición rajoísta (porque si con José María I el palmero tejano, el partido era personalista, ahora con el gallego se ha transformado en su prelatura personal; aunque él pase y mucho de los obispos, que eran cosa del ex secretario general) no se ha enterado de nada, envuelto en sus luchas fraticidas. No les ha importado el país mientras se estaba cayendo, porque bastante tenía el gallego (curioso, como Fraga el último franquista) con salvarse el culo, que se lo estaban pisando desde Madrid. Ahora, desde la nueva torre del homenaje genovesa, Mariano I el breve tendrá que mirar al país, si es que le importa algo, y consultar a su principal cortesano, el faraón de la M-30, para saber qué hacer. Porque a la Marquesa no le va a preguntar ni la hora, no sea que se la diga mal y llegue tarde a los nuevos maitines (nos cuentan que los ha quitado porque eran muy aznaristas)

Y los empresarios bien. Fenomenal. El cántabro banquero ha dicho que esto es un resfriado infantil, con fiebre alta pero que remite pronto. Claro, se va a embolsar 10.000 millones de euros (mi calculadora no tiene dígitos para pasarlos a pesetas, pero son una jartá) de beneficios, por lo que la Crisis para él no es ni un pequeño estornudo. El que la banca haya cortado el grifo a las constructoras no es importante. Que los ciudadanos, sobre todo extranjeros, estén poniendo las hipotecas y las escrituras de sus viviendas encima de la mesa del director de su sucursal bancaria no tiene importancia; que pagamos mucho más por los prestamos que ahora no quieren conceder no tiene importancia... Todos los empresarios, sobre todo los grandes, se han alineado con ZP en la No-Crisis, porque ellos no la sufren y además, se benefician de la especulación del crudo, de las deudas de la construcción, de nuestras nóminas...

Y los sindicados de clase, mejor. Están callados como... Ya me entienden. Vi en televisión al ugetista barbudo, el que gana más que ZP, y sólo le falto llevar una foto del socialista en el pecho, como un escapulario. Echó la culpa al petróleo, a las hipotecas basuras americanas (no se ha enterado este ex trabajador, ahora altísimo ejecutivo sindical, que el propio banquero cántabro ha asegurado que este problema no ha llegado a España; y de hipotecas, Botín sabe más que nadie) a la crisis mundial, al cambio climático... creo que, incluso, aludió a la caza de focas en el ártico. Pero de la responsabilidad de nuestros gobiernos, nada de nada. Y lo que es peor, soluciones, críticas, ideas, menos. De hecho, la única solución que han presentado los Empresarios-Gobierno-Sindicatos en su reunión de alto copete es: despido más fácil, recortes salariales, menos empleo público... También nos podían pedir un diezmo sindical-empresarial, como se ha hecho con el canon digital (que esa es otra, el mayor latrocinio de la historia española desde las Desarmotizaciones)

Yo daré algunas ideas que no tienen ninguna validez porque soy un zote en asuntos económicos, pero me da la gana hacerlo.

Primero: no congelación sino bajada de los sueldos de altos cargos y, sobre todo, de congresistas y senadores (que se van a gastar 3,5 millones de euros, casi 600 millones de pesetas, en telefonía móvil para sus señorías)
Segundo: optimización de los recursos públicos en cuanto al doblaje de funciones entre Estado y Autonomías.
Tercero: no privatizar AENA, sino nacionalizar un motón de grandes empresas con excelentes beneficios para unos pocos y déficit para todos.
Cuarto: cierre inmediato de TVE que ha llegado a deber 1,2 billones de euros
Quinto: cierre del grifo a los sindicatos de clase, que se llevan cientos sino miles de millones de pesetas en vivir como rajás, de nuestros impuestos; que vivan de sus afiliados.
Sexto, evitar las privatizaciones salvajes del Partido Popular en Madrid y de otros en otros lugares, que están llevando a la ruina a la Comunidad y al Ayuntamiento; y los socialistas callados.
Séptimo: que los ladrilleros que se lo han llevado a espuertas, asuman ahora su responsabilidad con los trabajadores y con sus compromisos y que terminen las obras; que lo saquen de sus chaletes, sus yates, sus clubes, etc. Ya lo ha dicho Anguita muchas veces, una reserva obligatoria del 15% de los beneficios para contingencias; pero nada, el ladrilleo a pagar a alcaldes como en Estepona y....

Véis, queridos todos. No ha crisis. Si se lo preguntáis al gobierno, o a los sindicatos, o a los banqueros, o a los empresarios... os dirán que no. Os explicarán doscientos treinta y tres términos extraños para terminar asegurándoos que si no llegáis a fin de mes es porque no sabéis hacer las cuentas; si os han echado del trabajo, por algo será; si la cesta de la compra parece un lujo asiático es porque coméis demasiado... No os quejéis.